Los usuarios de Internet cada vez valoran más su seguridad y privacidad. Cada vez que navegamos por Internet vamos dejando un rastro digital que recopilan empresas, gobiernos e ISP. Gracias a ello se puede crear un perfil nuestro bastante aproximado y utilizarlo para enviarnos publicidad orientada. Uno de los elementos que se puede utilizar para realizar estas tareas es la IP pública. Con las herramientas adecuadas es fácil localizar dónde se encuentra geográficamente el internauta, cuál es su proveedor de servicios de Internet (ISP), y el software que está utilizando, como, por ejemplo, el sistema operativo y su navegador.
Qué dice nuestra IP pública sobre nosotros
La IP pública podríamos definirla como el identificador de nuestra red de cara a Internet. No vamos a poder asignar la que nosotros queramos y va a ser nuestro ISP el que la asigna a cada dispositivo que se conecta. En ese aspecto puede ser estática si no cambia nunca o también dinámica si cambia con los criterios que establezca el proveedor. Para conocer nuestra dirección IP pública vamos a usar la web cual-es-mi-ip.net. Pulsando el enlace anterior, nos ofrecerá unos resultados como estos.

Además, si seleccionamos Geolocalizar la IP , podremos averiguar nuestra ubicación o la de otra persona que la esté usando:

Hay páginas web que nos muestran la IP pública y la ubicación, pero también las hay que hacen lo mismo con el software que tenemos instalado en nuestros equipos como es el caso de whoer.net.

Por eso, si con estas sencillas páginas web se obtiene mucha información nuestra, imaginad que información podrían obtener con las herramientas más complejas que tienen las empresas, los ISP y los gobiernos.
Por qué debemos ocultar nuestra IP pública
La privacidad en Internet se ha convertido en un tema muy importante en los últimos años. Vamos a ver por qué conviene ocultar nuestra IP. En el momento que utilizamos Internet, nuestra dirección IP es una pieza codiciada de información que se intercambia con cada petición de nuestros dispositivos que se conectan a la red de redes. De esta forma, una dirección IP pública ayuda a identificar los dispositivos conectados a Internet, incluidos nuestros ordenadores, smartphones y otro equipamiento de red que tengamos. COn frecuencia, puede que no necesitemos ocultar nuestra IP, pero simplemente por el hecho de no recibir tanta publicidad orientada en la bandeja de entrada de tu correo electrónico, seguramente nos compense.
Las páginas web nos rastrean
Independientemente de la página web que solicitemos, todas rastrean o recopilan nuestra dirección IP. Aunque en muchas ocasiones, esa web no recopila directamente tus datos, algunos de los servicios que utilizan sí la pueden recopilar.
En una página web moderna, con muchas funcionalidades, cuentan con una gran variedad de rastreadores para ayudarles a analizar a sus visitantes. Eso no implica que sea un proceso para recopilar tus datos y venderlos a terceros. A veces, simplemente es para ayudar a esos administradores de sitios web a mejorar la experiencia de usuario en su sitio, consultando las estadísticas. Cualquier web que utilice los plugins de redes sociales, Facebook y el resto de redes sociales podría rastrearte y crear un perfil nuestro realmente completo, porque podrán saber qué webs estamos visitando.
En el caso de querer ocultar nuestra dirección IP a una página web, podremos tomar una serie de medidas. Una de ellas es elegir algunas extensiones de navegador centradas en la privacidad. Un ejemplo de extensión de este tipo para Chrome sería Disconnect que evita que los sitios web nos rastreen y ayuda a que las webs carguen más rápido. Por otro lado, también tenemos navegadores que nos ayudan a mejorar la privacidad como, por ejemplo, Tor browser. En este caso es multiplataforma y lo tenéis disponible para Windows, macOS, Linux y Android.
Evitar que creen un perfil tuyo
Una cuestión importante es que, por el simple hecho de ocultar tu IP, no vamos a evitar que las empresas especialistas en marketing nos rastreen. Para hacer una vigilancia de los usuarios, incluyen el seguimiento de correo electrónico, enlaces cortos, encuestas y anuncios que ayudan a los especialistas en marketing digital a saber lo que nos gusta y lo que no.
Esto no quiere decir que ocultar nuestra IP vaya a ser beneficioso, ya que va a complicar a esas empresas la creación de un perfil completo sobre nuestras preferencias. En caso que naveguemos con nuestra IP pública real, entonces pueden asociar fácilmente todos los datos asociados con esa IP y se facilita mucho la creación de nuestro perfil.
Por otro lado, la navegación privada o en el modo incógnito que traen muchos de nuestros navegadores, a menudo se utilizan con frecuencia. En este caso, el navegador nos ayuda a navegar por la web sin tener que preocuparnos de borrar luego las cookies y el historial al terminarlas de usar. Pero, hay que tener en cuenta que aun así estamos dando nuestra dirección IP real, a menos que la hayamos ocultado. Resumiendo, nuestra navegación no es realmente privada, ya que esa dirección IP se vincula a nosotros. Por lo tanto, sólo si ocultamos nuestra IP pública, vamos a obtener una mayor privacidad.
Eludir el bloqueo geográfico
Algunos servicios de contenido audiovisual, por ejemplo, imponen un bloqueo geográfico para que sólo se pueda usar en un determinado país o región. Lo hacen porque en esos países igual no cuesta lo mismo ese servicio y les ahorra recursos de ancho de banda. Es muy común que ocurra en plataformas como Netflix, Disney + o similares. Si una película o serie no está en nuestra región, es principalmente por temas de derechos de autor, de esta forma, podriamos saltarnos estas restricciones de forma muy fácil y rápida.
Para ver antes una serie que por el momento no está disponible en nuestro país, podemos recurrir a utilizar una VPN. Se utiliza también para acceder a determinadas páginas web que algunos gobiernos de regímenes autoritarios censuran, para impedir el acceso a sus ciudadanos.

En cuanto a las VPN, generalmente es mejor elegir una de pago. La explicación es que las gratuitas, tienen que mantener ese servicio de alguna forma y en ocasiones terminan vendiendo nuestros datos a terceros. Algunas VPN de calidad que podríamos contratar son: Surfshark, NordVPN, PureVPN y CyberGhost.
Evitemos que nuestro operador nos rastree
En caso de no tomar ninguna medida especial, nuestro operador podría realizar un seguimiento de nuestra actividad de navegación web. Aunque hoy en día navegamos a través de webs HTTPS, los operadores disponen de múltiples formas para saber en qué webs nos estamos metiendo:
- Si usamos los servidores DNS del operador, podrán ver todas las solicitudes de DNS.
- Podrían ver las webs aunque tengamos HTTPS debido al parámetro SNI.
Para evitar que los operadores concozcan sobre nuestra navegación a través de los servidores DNS, podríamos utilizar otros servidores DNS como los de Google, IBM (Quad9) o Cloudflare, entre otros. Además, deberemos tener en cuenta que todas las solicitudes de DNS se realizan en texto claro, es decir, que no se cifra el tráfico de red. Para tener la mejor privacidad posible, es totalmente necesario que utilicemos DNS over HTTPS (DoH) o también DNS over TLS (DoT), con el objetivo de proteger nuestras comunicaciones.
Para evitar que el operador vea las webs que visitamos a través del parámetro SNI, será necesario que las webs dispongan de Encrypted SNI, o directamente utilizar un Proxy TLS o una VPN para reenviar todo el tráfico hasta el servidor y que nuestro operador no pueda ver nada del tráfico de red, puesto que irá cifrado en un túnel.
Ocultar nuestros datos a los motores de búsqueda
Si utilizamos los motores de búsqueda tradicionales como Google, Bing, Yahoo! u otros, suelen recopilar nuestra dirección IP para asociar los datos de búsqueda y la actividad con ella. Si no queremos que esto suceda, deberemos buscar alternativas de motores de búsqueda privados como DuckDuckGo, Brave, etc. Al no ocultar nuestra IP, podrían enviarnos anuncios personalizados, basados en nuestra dirección IP pública, por lo que sería muy interesante ocultar la IP pública si vamos a usar los buscadores habituales.

Para ocultar los datos a los motores de búsqueda, deberemos hacer dos cosas: ocultar la IP a través de un servicio VPN o Proxy con TLS y utilizar el navegador web en modo incógnito para que no utilice las cookies que se han almacenado con anterioridad.
Seguimiento de nuestra ubicación física
Una dirección IP pública, suele estar ubicada en un determinado lugar. Si nos conectamos a Internet desde nuestra casa, es muy probable que si utilizamos herramientas de geolocalización, nos ubiquen en la misma ciudad donde estamos. En raras ocasiones, este tipo de herramientas no dan la información correcta, por ejemplo, si nuestro operador ha comprado direcciones IP a otro país, entonces las bases de datos no estarían actualizadas y nos mostrarán que geográficamente estamos en otro país.
Si nos conectamos a diferentes redes a medida que nos vamos moviendo, se podría trazar un seguimiento completo sobre las ciudades en que hemos estado, además, esta información de ubicación es bastante exacta, por lo que si nos conectamos en un pueblo, también nos ubicaría sin problema en este lugar. Para evitar esto, deberemos hacer uso de VPN en nuestro propio país o en otro país o hacer uso de servicios Proxy TLS, con el objetivo de que la navegación web salga a través de los servidores y no de nuestra conexión real.
Conclusión
Aunque no estemos haciendo nada ilegal, eso no significa que despreocupemos nuestra privacidad. En algunas ocasiones querremos ocultar nuestra IP porque no queramos revelar nuestra información personal. Por lo tanto, ocultar una dirección IP con una VPN o un servicio Proxy TLS, puede ser una buena medida para limitar los datos que compartimos y proteger nuestro anonimato.
Debemos tener en cuenta que, hoy en día cuando navegamos por Internet, hay gran cantidad de cookies que se almacenan en nuestro equipo, con el objetivo de realizar un seguimiento de todo lo que hacemos en Internet. Es algo que debemos evitar, si queremos contar con una mayor privacidad, para que nuestros datos no estén en manos de las empresas. Aunque pueda ser incómodo tener que utilizar siempre una VPN o un Proxy TLS, es totalmente necesario, si queremos protegernos de estas actividades de rastreo.

No debemos olvidar que en la actualidad, por ley, cada vez que visitamos una web sus responsables están obligados a solicitar nuestro consentimiento antes de enviarnos cookie alguna, por lo que si adquirimos la sana de seleccionar en «Más información» y a continuación seleccionamos la opción «Rechazar todo» o similar, evitaremos que dicha web recabe más información que la extrictamente necesaria. Una vez selecionamos «Rechazar todo», seleccionamos «Guardar y salir», y nuestra navegación aún será más privada.
