Vivimos en unos tiempos, en los que la privacidad es el factor crucial para no dar facilidades a los ciberdelincuentes, nuestra dirección IP (protocolo de Internet) puede revelar demasiada información sobre ti. Se puede geolocalizar la dirección IP, pero, ¿pueden llegar afinar tanto como para saber dónde vives?
La dirección IP, es una identificación que permite identificar a los dispositivos conectados en una red. Una serie de números que nos identifican ante el resto del mundo conectado, pero que puede llegar a ser un problema si alguien consigue recopilar más información de la debida.
¿Cómo puedes saber cuál es tu dirección IP?
Lo primero que vamos a necesitar, es conocer nuestra dirección IP pública. Te la pueden haber solicitado en el pasado y no has sido capaz de saber dónde localizarla. Hay distintos y sencillos métodos para ello: desde consultar en páginas web especializadas como cual-es-mi-ip.net a teclear en la barra de búsqueda de Google «What is my IP?».

Debemos saber que la dirección IP a simple vista, es una cadena de números, separados por puntos. La dirección IP se expresa como un conjunto de cuatro números. Cada número del conjunto puede variar desde el 0 al 255. Por lo tanto, el rango completo de direcciones IP irá desde la 0.0.0.0 hasta la 255.255.255.255. Estas direcciones IP no son aleatorias. La Autoridad de números asignados de Internet (Internet Assigned Numbers Authority, IANA), una división de Internet Corporation para números y nombres asignados (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers, ICANN), las genera y asigna matemáticamente.
Por lo tanto, el uso de direcciones IP normalmente ocurre sin que nos demos cuenta. El proceso funciona de esta forma:
- El dispositivo se conecta indirectamente a Internet a través de otra red conectada a Internet, que le otorga acceso al dispositivo.
- Cuando estás en tu casa, esa red será tu proveedor de servicios de Internet (ISP). En el trabajo, es la red de tu empresa.
- El ISP asigna una dirección IP al dispositivo que conectas.
- Por lo tanto, tu actividad en Internet pasará por el ISP, que la redirige a ti mediante tu dirección IP. Puesto que te brinda el acceso a Internet, es responsabilidad del ISP asignarle una dirección IP a tu dispositivo al conectarse.
- No obstante, tu dirección IP puede cambiar. Por ejemplo, puede cambiar si enciendes o apagas el módem o router. O también, puedes comunicarte con tu proveedor de servicios de Internet (ISP) para que la cambie en tu nombre.
- Cuando estás fuera de tu casa viajando y llevas el dispositivo contigo, la dirección IP de tu casa no te sigue a donde vas. Por lo que utilizarás otra red (Wi-Fi de un hotel, aeropuerto o cafetería, etc.), para acceder a Internet y estarás utilizando una dirección diferente (y temporal) que es la que te asignará el ISP del hotel, aeropuerto o la cafetería. Esto no ocurre si decides usar los datos contratados en tu tarifa móvil.
Una vez averiguada tu dirección IP pública, ésta (que no debemos confundir con la dirección IP privada que identifica a un dispositivo conectado en nuestra red interna), podemos saber cuántos datos aporta a cualquiera que quiera aventurarse a hacer algo con ella.
¿Cómo se puede geolocalizar una dirección IP?
Existe gran variedad de bases de datos en Internet, en las que puedes consultar el lugar donde se encuentra una dirección IP. Por ejemplo, puedes probar con la tuya o cualquier otra que conozcas dónde se encuentra y verificar la exactitud en la geolocalización de la misma.
Algunos ejemplos son: Maxmind, IPGeolocation, IP2Location, IPAPI o IP2C. Realizando pruebas en todas ellas, podemos conseguir un resultado numérico que devuelve unas coordenadas estimadas para tu IP. Según lo precisas que sean sus bases de datos, estas coordenadas pueden tener un margen de error de 5 o 10 km. Lo más probable es que lleguen a saber con exactitud tu localidad o ciudad, pero se pierdan algo más con la dirección exacta.

Otra alternativa a dichas webs, es recurrir nuevamente a la de cual-es-mi-ip.net. Además de conocer el número asignado a tu dirección pública, dispone de una herramienta de geolocalización que mostrará la estimación de tu ubicación.
Por lo tanto, después de conocer estos aspectos y consideraciones algo liosos para las personas profanas, debemos tomar conciencia que con el simple hecho de mostrar nuestra IP real, podemos estar facilitando una información demasiado confidencial, que podría ponernos en serios apuros. El hecho de que un desconocido, con no sabemos qué intenciones, conozca donde se encuentra nuestra vivienda, nos encontramos en un momento dado o trabajamos, puede facilitar que la persona que obtiene dicha información, cumpla sus objetivos sin ningún problema. Tenlo en cuenta a partir de ahora.

Debemos informarnos sobre las aplicaciones y métodos que tenemos a nuestro alcance para poder ocultar nuestra IP real, si deseamos gozar de una mayor privacidad y evitar así que, personas con intenciones desconocidas puedan llegar a localizarnos o conocer nuestros movimientos.
Advertencia: la información ofrecida en esta publicación es meramente educativa, siendo responsabilidad de cada persona hacer un uso adecuado de cuanta información o herramientas se ofrecen o puedan llegar a encontrarse en Internet.