Será nuestro coche el que hable y la DGT escuche. La plataforma DGT 3.0 aprovechará las ventajas del coche conectado para mantenernos, precisamente, conectados a la propia DGT. Esto es lo que ya sabemos y esto es lo que prometen.
Como aparece en la canción de Armin Van Buuren: «All we ever hear from you is blah, blah, blah». Pero, lo más seguro es que a nosotros no nos haga tanta gracia.
Sus primeras palabras
Si nuestros coches van a hablar en un futuro con la plataforma de la DGT, se podría decir que ahora ya están empezando a balbucear sus primeras palabras. A partir de mayo de este año, los coches nuevos que se homologuen deberán contar con una caja negra. El objetivo de esto es que nos cuenten qué sucedió antes de un accidente, para así poder esclarecer los hechos y mejorar los sistemas de seguridad del coche o de la vía si se descubre un patrón influyente.
La baliza luminosa de emergencia V-16
Uno de los dispositivos que se comunicará con la DGT será la futura luz V-16 conectada telemáticamente, que será obligatoria y sustituirá a los actuales triángulos de emergencia. A partir de 2026, se pretende que este tipo de baliza se pueda conectar automáticamente con la DGT cuando se ponga en marcha y geolocalice el vehículo averiado o accidentado. El centro de control tendrá un mapa completo con la localización de los accidentes, averías o incidencias en las carreteras españolas.
De momento…
Las promesas que la DGT hace son muchas y no sólo se centran en la seguridad. Según afirma el organismo, los nuevos vehículos conectados permitirán una más eficiente gestión del tráfico, con reportes en tiempo real de atascos, cortes de calles o avisos a los conductores de que van a entrar en un espacio restringido a los vehículos menos contaminantes. El primer paso se dará en 2026, con las luces V-16 conectadas, pero aún no hay una fecha concreta para la implantación definitiva de estas ventajas.
Siempre conectados
¿Cuál es la interpretación que podemos hacer? Que nuestros vehículos tendrán estarán conectados en todo momento para poder ofrecer su geolocalización. La gestión de la información deberá ser anónima, como también ocurrirá con las cajas negras, sin capacidad alguna para asociar vehículo e identidad de conductor y acompañantes, tal y como podemos leer en el Pliego de Prescripciones Técnicas para la Plataforma del Vehículo Conectado DGT 3.0.
Dudas y recelo
A pesar de todo, la constante monitorización de nuestro vehículo ha levantado algunos recelos ante la nueva DGT 3.0. Aunque aún queda por definir qué sistemas de nuestro vehículo en concreto serán los informantes, en el citado pliego se señala la activación de los sistemas ESP, ABS o los antiniebla y limpiaparabrisas.
La clave está en la red 5G
La clave para que esto pueda llegar a ser una realidad es la red 5G. El nuevo estándar para la transmisión de datos móviles deberá ser capaz de terminar con el cuello de botella que se produce en las aglomeraciones urbanas, donde los dispositivos conectados se multiplican. Su velocidad, entre 10 y 20 veces más rápida que la actual, permitirá una gestión casi instantánea de los datos.
Sólo será una función más
El hecho de que nuestro coche se conecte a los portales de la DGT, sólo será una actividad más de las que realice, sin que se pueda hacer nada para impedirlo. Para el año 2025, la Unión Europea deberá haber invertido 3.500 millones de euros para dotar de infraestructura 5G a las grandes ciudades, las carreteras principales y las red ferroviaria. España deberá invertir 1.500 millones en tres años. Ello debería permitir también un funcionamiento más seguro de los futuros vehículos autónomos, que deberán basar su circulación por las vías manteniendo conversaciones constantes con la infraestructura de comunicaciones y los otros vehículos cercanos con los que se comparte el espacio.
No obstante, deberíamos permanecer espectantes, porque una cosa son las intenciones y otra muy distinta es lo que se consigue poner en práctica. Pese a ser una idea muy pulida, los vehículos sin conductor llevan mucho tiempo en pruebas y siguen encontrándose fallas en sus sistemas. Ya se habla de drones no tripulados para el traslado de mercancías o personas, se ven muchos proyectos en fase de pruebas, pero aún quedan muchos aspectos por perfeccionar. Lo cierto es que, esta tecnología llegará a implantarse y esperemos que sea para hacernos la vida más fácil, no para complicar aún más los problemas que ya tenemos.
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