Probablemente tengas un viejo portátil que ya no usas porque va excesivamente lento y pienses que no merece la pena invertir dinero en él. En este artículo te voy a contar cómo por poco dinero puedes darle una nueva vida y volver a utilizarlo con un rendimiento bastante decente instalándole el SSD que te voy a recomendar.
Son varias las personas a las que he recomendado esta unidad de almacenamiento, cuando ya estaban desesperadas con la lentitud de sus portátiles. El resultado fue muy satisfactorio. Un Windows 10 que tardaba en cargar unos 3 minutos, pasaba a cargar en 30 segundos. Creo que es un argumento suficiente para estar satisfechos con el cambio.
Instalar un SSD a un equipo que lleva un disco duro mecánico convencional (HDD), es la mejor actualización que se le puede hacer, ya que se acelera enormemente el desempeño del PC o portátil. Ya no sólo es que el equipo arrancará mucho más rápido, sino que todo lo que hagas funcionará mejor y de forma mucho más fluida simplemente gracias al SSD. Todo ello porque los tiempos de lectura/escritura del SSD, son considerablemente menores que los del disco duro mecánico.
Cambiar el viejo disco duro por un SSD en un viejo portátil, va a servir para darle una nueva vida de forma sencilla, incluso aunque el portátil sea tan viejo que ni siquiera utilice interfaz SATA 3 (por eso no te preocupes, ya que la interfaz SATA es retrocompatible y aunque el portátil sea SATA 2 podrás instalar un SSD SATA 3 sin problemas).
Este Kingston A400 que te recomiendo sería la mejor elección para darle una nueva vida a un portátil viejo. ¿Por qué? Porque aunque no sea el SSD de 2,5″ más rápido del mercado (ni de lejos), sí que es el modelo más barato de un fabricante con garantías. Te permitirá de manera sencilla y económica poder darle más capacidad y mayor velocidad a tu portátil, ya que por ejemplo el modelo de 120 GB tiene un precio que ronda los 25€, mientras que (el más recomendable desde mi punto de vista) el modelo de 480 GB cuesta apenas 45€.
Lógicamente hay mejores opciones, pero no tan baratas y esto es precisamente lo que lo convierte en la elección ideal para un portátil viejo en el que no quieres invertir demasiado dinero. Sólo con este SSD lograrás que un portátil que iba «a pedales» funcione de manera decente y que no se te haga eterno simplemente el encenderlo, ya que en comparación con un disco duro convencional estarás multiplicando la velocidad, por lo menos por 4.
El Kingston A400 ofrece velocidades de hasta 500 MB/s de lectura y dependiendo de la capacidad elegida, hasta 450 MB/s de escritura (el modelo de 120 GB tiene 320 MB/s de escritura, el de 240 GB 350 MB/s y el resto ya ofrecen hasta 450 MB/s de velocidad de escritura). Esto, en comparación con los 100 MB/s de velocidad que ofrecen los discos duros mecánicos de 2,5 pulgadas (que seguramente sean menos si hablamos de un portátil viejo), hará que lo notes mucho más rápido y con un rendimiento lo suficientemente bueno para que te entren ganas de volver a utilizarlo.
Además, por la durabilidad no tendrás que preocuparte en exceso ya que a pesar de ser un SSD barato, tiene 1 millón de horas MTBF (MTBF es la media aritmética del tiempo entre fallos de un sistema), de tiempo de vida útil e incluso el modelo más pequeño y barato, el de 120 GB, tiene hasta 40 TBW de durabilidad (TBW, o «terabytes escritos», es una métrica que indica la cantidad de datos que podemos escribir acumulativamente en un SSD durante su vida útil). El modelo recomendado, el de 480 GB, tiene 160 TBW.
Por lo tanto, si quieres comprobar como tu ordenador adquiere una segunda vida. Esta es una solución que deberías tener en cuenta. Pero esta medida además, es aplicable también a un equipo que no tenga mucho tiempo, pero venía de origen con un disco duro HDD. Pudiendo ser el SSD el disco principal y dejar el HDD, como disco secundario, para almacenamiento.
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